Brașov es una de las ciudades más importantes de la región de Transilvania y uno de los destinos con más historia de todo el país. Es un sitio ideal para una estancia de un par de días por su combinación de cultura medieval, paisajes naturales y un casco antiguo encantador. A continuación, os contaremos qué 6 sitios no podéis perderos durante vuestro viaje a esta localidad.
También te puede interesar nuestro itinerario completo de 5 días por Bucarest y Transilvania.

1. Iglesia Negra
La Iglesia Negra es uno de los principales símbolos de la ciudad y su silueta es visible desde casi cualquier punto de la misma. Se encuentra en pleno corazón de Brașov, a pocos metros de la Plaza Sfatului, y fue construida en el siglo XIV. Posteriormente, en el siglo XVII, un incendio destruyó parcialmente el edificio, dejando ese color negro tan característico que le da nombre. Visitarla tiene un precio de unos 5€.
2. Plaza Sfatului
Esta plaza es el eje sobre el que se organiza el casco histórico de Brașov y uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. En ella podrás encontrar edificios tan bonitos e importantes como el antiguo ayuntamiento (actual museo de historia), la Casa Negustorilor (antigua casa de comerciantes) o la Iglesia Ortodoxa de la Dormición de la Madre de Dios (un templo con una preciosa arquitectura). La plaza también conecta con la Strada Republicii, una animada calle peatonal llena de tiendas y cafés, algo que la convierte en un lugar perfecto para pasear y disfrutar del ambiente local.

3. Monte Tâmpa
El Monte Tâmpa es una de las principales atracciones naturales de Brașov y ofrece vistas espectaculares de la ciudad. Se ubica a solo unos minutos a pie del centro de la ciudad y para subir a él solamente tendrás que coger el pintoresco teleférico Tampa Cable Car. Una vez arriba podrás hacer mil fotos de las preciosas vistas, pasear por la naturaleza o acercarte al famoso letrero de ‘Brașov’, que guarda cierto parecido con el de Hollywood.
Aviso: Visitamos Brașov en enero de 2025 y el teleférico se encontraba en obras, por lo que la única opción para subir al Monte Tâmpa era caminando. En teoría, había un cartel que decía que las obras finalizarían a comienzos de 2026.
4. Fortificaciones de Brașov
Se trata de una enorme red de murallas y torres que rodeaban la antigua ciudad medieval de Brașov y la protegían de invasiones. Entre sus estructuras más destacadas se encuentran los bastiones de Graft y Tesatorilor, y las Puertas Ecaterina y Schei, que servían como acceso al centro de la ciudad.

5. Primera Escuela Rumana
Es uno de los sitios de mayor importancia histórica y cultural de Brașov, y se encuentra a las afueras del casco antiguo. Fundada entre los siglos XV y XVI, este lugar es una de las primeras instituciones educativas rumanas, y actualmente alberga un museo que expone mobiliario, libros y objetos históricos relacionados con los inicios de la educación en este lugar.
6. Torres Blanca y Negra
Son dos de las torres medievales más representativas de Brașov y se ubican muy cerca del centro histórico (aunque hay que subir algunas cuestas y escaleras para llegar). La Torre Blanca fue construida en el siglo XV y mide alrededor de 20 metros de alto, mientras que la Torre Negra data del siglo XIV y tiene 11 metros de longitud. Desde ambas podrás obtener una preciosa panorámica de Brașov, aunque nosotros nos quedamos con las vistas desde la Torre Negra.

¿Ya tienes claro qué ver en Brasov? Conoce ahora nuestra excursión al Castillo de Bran.
Deja una respuesta