Durante nuestro recorrido de 4 días por Milán y Bérgamo pudimos probar algunos de los platos más conocidos de la cocina lombarda y volvimos totalmente enamorados. En este artículo en concreto te hablaremos de la gastronomía milanesa. ¿Quieres conocer cuáles son sus preparaciones más típicas? ¿Y conocer algún sitio en el que probarlas? ¡Te contamos todo a continuación!

¿Qué debes probar en Milán?

Si tuviéramos que hablar de un plato que nos gustó por encima del resto durante nuestra estancia en Milán, ese sería sin duda el risotto alla milanese. Se trata de una receta de arroz a la que se le añade azafrán durante su preparación y queso parmesano antes de servir. ¡No te puedes ir sin probarlo!

En el apartado de las carnes, podemos destacar dos platos por encima del resto: la cotoletta alla milanese, una chuleta de ternera que se empana y se fríe en mantequilla ; y el osobuco, un guiso de ternera que suele acompañarse de polenta (uno de los productos estrella de la región) o de risotto alla milanese.

Con respecto a los dulces, Milán es la ciudad de origen del panettone, un bollo tradicional navideño que cuenta con más de 500 años de historia y que ha sido exportado por casi todo el mundo. Paseando por el centro de la ciudad podrás encontrar todo tipo de variedades de este dulce: con pasas, chocolate, frutos secos, etc.

Restaurantes y cafeterías recomendados

Vetusta Insigna

Es un restaurante de cocina tradicional lombarda que ofrece algunos de los platos más típicos de la ciudad como el osobuco, la cotoletta o el risotto alla milanesa. El local está muy bien decorado y la comida está realmente buena. El precio ronda los 15€ por persona.

Materia Pizzeria Milano

Es una pizzería muy mona situada a 300 metros de las Columnas de San Lorenzo. El local tiene un ambiente muy tranquilo, una gran variedad de pizzas y un precio bastante asequible (unos 12-14€ por persona). Es una gran opción para comer o cenar si te encuentras por el barrio de Carrobbio.

Hygge

Es una cafetería genial ubicada a solo 10 minutos caminando de la Basílica de San Ambrosio, en pleno barrio de San Vittore. Ofrece un gran número de opciones de desayuno y brunch, además de un café riquísimo. ¡Obligatorio probar el capuccino!

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