Bruselas es sin duda la mejor ciudad para descubrir la gastronomía de Bélgica ya que cuenta con un montón de restaurantes, cafeterías y bares en los que probar productos locales y platos típicos del país. Nosotros estuvimos 5 días conociendo el país belga y en este artículo te diremos qué platos debes probar y en qué lugares de la capital puedes hacerlo.

¿Qué debes probar en Bruselas?

Si hay un plato característico de la cocina belga, son sin duda los moules-frites. Se trata de un plato de mejillones cocidos al vapor que se acompaña de una ración de patatas fritas y que podrás encontrar en casi todos los restaurantes de Bruselas y de Bélgica en general. Además de acompañar este plato, las patatas fritas belgas también son una de las comidas más representativas del país, y podrás pedirlas en cualquier rincón de la ciudad.

Además de los mejillones y las patatas, en la cocina de la capital belga podemos destacar otro plato: el stoofvlees. Es un estofado de ternera y cebolla preparado con una salsa de cerveza y que suele servirse con una guarnición de patatas fritas. A nosotros nos encantó y a continuación te dejaremos un sitio genial para tomarlo.

Por último, no podemos acabar este artículo sin recomendar el dulce más típico del país, ¡los gofres belgas! Son conocidos mundialmente y puedes tomarlos con todo tipo de siropes y fruta.

Restaurantes y tiendas recomendadas

Fin De Siecle

Es el mejor restaurante que probamos en todo nuestro itinerario por Bélgica. Se trata de un local de cocina tradicional belga situado en el centro histórico de la ciudad y que sirve un stoofvlees riquísimo. El precio por persona ronda los 16-18€.

Delirium Café

Es la cervecería más conocida de Bruselas y en ella podrás encontrar más de 200 tipos de cervezas. Está ubicada a poca distancia de la Grand Place y es una gran opción si quieres probar alguna cerveza belga. Los precios oscilan entre los 4 y los 8€.

Yuka Coffee Bar

Se trata de una cafetería situada a menos de 300 metros del famoso Manneken Pis y de un lugar ideal para recargar pilas después de un largo día de turismo. Nos pareció un sitio muy tranquilo y el café estaba muy bueno.

Ahora que ya sabes dónde reponer fuerzas, te toca descubrir los imprescindibles de Bruselas y las joyas ocultas de la ciudad.