Asturias y Cantabria son dos de las provincias con más encanto de toda España, llenas de pueblos pintorescos, paisajes naturales únicos, construcciones históricas y una tradición culinaria espectacular. Si estás planeando realizar una ruta por esta zona y no sabes cómo organizarla, este post es perfecto para ti, ya que te contaremos día a día qué vimos y cómo gestionamos el tiempo durante el viaje.
Día 1: Potes y Covadonga
Iniciamos nuestro recorrido un miércoles a primera hora de la mañana, cuando pusimos rumbo a nuestro primer destino: la localidad cántabra de Potes. Tardamos alrededor de 5h en llegar hasta allí, y una vez llegamos, fuimos a comer a un restaurante genial. Después, pasamos unas 3 o 4 horas recorriendo el centro histórico y admirando el paisaje natural que rodeaba el pueblo.
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Al terminar, cogimos el coche de nuevo y fuimos a Covadonga, situado a unos 80 kilómetros de distancia, ya que nuestro primer alojamiento se encontraba allí. Llegamos alrededor de las 19h, por lo que aún tuvimos tiempo para ver la Santa Cueva de Covadonga y dar una vuelta antes de cenar.
Día 2: Lagos de Covadonga y Cangas de Onís
El segundo día fue el elegido para conocer la Basílica de Santa María la Real de Covadonga y el impresionante paraje de los Lagos de Covadonga. Comenzamos el día visitando la basílica y después subimos en autobús hasta los lagos, dónde pasamos toda la mañana.
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Después de comer cogimos el coche y nos dirigimos a Cangas de Onís, lugar en el que pudimos cruzar el famoso puente medieval y contemplar la Iglesia de Santa María de la Asunción. A última hora del día fuimos a Llanes, ciudad en la que se encontraba nuestro siguiente alojamiento.
Día 3: Descubriendo Llanes
El tercer día decidimos descansar un poco de coche y optamos por quedarnos en Llanes, lugar en el que dormimos la noche anterior y en el que pasamos el resto de noches de la ruta. Pasamos el día entero recorriendo su centro histórico, paseando por su animado puerto y contemplando los preciosos paisajes de la Playa de El Sablón y el Mirador de San Pedro. También tuvimos tiempo para descubrir un par de restaurantes y probar algunos de los platos más representativos de la cocina asturiana.
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Día 4: Ribadesella, Lastres y Tazones
El sábado volvimos a coger el coche e hicimos varias visitas por la costa asturiana. Empezamos visitando Ribadesella, una preciosa localidad con una playa realmente bonita y un paseo marítimo genial para pasear. Desde allí, fuimos a la playa de Tazones, para comer en uno de los mejores restaurantes del viaje. Por último, acudimos a la encantadora villa costera de Lastres para pasar la tarde y conocer su emblemática Torre del Reloj.
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Día 5: Vuelta con parada en El Soplao
El día de vuelta de nuestro viaje aprovechamos para visitar un par de lugares que nos quedaban pendientes (la Playa de Puerto Chico y la Ermita Virgen de la Guía) antes de iniciar nuestro camino de regreso. Además, una vez terminadas ambas visitas, decidimos desviarnos un poco del recorrido de vuelta para visitar la Cueva El Soplao, situada en el interior de Cantabria y que alberga un paisaje natural realmente único. Esta cueva (que se puede visitar por 13€) fue descubierta a comienzos del siglo XX y tiene gran valor geológico debido a sus más de 20 kilómetros de galerías. Una vez acabamos, emprendimos el camino hacia Madrid.
Presupuesto del viaje
Asturias y Cantabria son dos provincias españolas con un coste de vida medio: no son tan caras como Madrid, Barcelona o Bilbao, pero no llegan a los precios bajos de algunas ciudades de Andalucía o Castilla-La Mancha. A lo largo de tu viaje podrás encontrar alojamientos encantadores por unos 80-90€ por noche, y comer en restaurantes tradicionales de ambas regiones por unos 18-20€. Os dejamos con un presupuesto aproximado más abajo.
Noches de hotel: Sobre 85€ por noche.
Gasolina para el coche: Alrededor de 120€ en total.
Comidas: Unos 160€ por persona.
Conclusiones
Realizar una ruta por la parte más rural de Asturias y Cantabria es una gran opción para un itinerario de 5 a 7 días por España. Durante este tiempo podrás conocer pueblos llenos de encanto, paisajes que te dejarán sin palabras y probar una de las mejores gastronomías del país. El único ‘punto negativo’ podría ser que es un itinerario para el que es necesario el coche, pero sin duda, nos parece muy recomendable para todo tipo de viajeros.
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